Primero hay que saber de qué se trata y después decidir. El Tupinambis Merianae (llamado también tejú o lagarto overo) es una especie diseminada por todo el país. Es de color marrón negruzco, con varias bandas transversales compuestas por manchas amarillas de diferente tamaño. En la finca de El Manantial de la Facultad de Agronomía y Zootecnia hay un criadero experimental con 60 ejemplares adultos, además de las crías.

En las prácticas de Zootecnia, a cargo de la Cátedra de Histología y Embriología (el titular es el Dr. Mario E. Manes) se estudia al lagarto overo y esas investigaciones (además de otras que se han realizado en varios lugares del país) determinaron que su carne es apropiada para el consumo humano, el cuero es muy valioso para la marroquinería y los cuerpos grasos -aún en estudio- podrían servir como antiinflamatorios.

Según lo indica la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación el cuero del lagarto overo se curte en el país y se exporta para la posterior confección de una gran variedad de productos, en su mayoría relacionados con la industria del calzado y marroquinería. Desde 1977 esta especie fue incluida en el Apéndice II de la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y considerada dentro de la categoría de "comercio significativo". Los pobladores de vastas zonas de la Argentina utilizan la carne para alimentación y la grasa para fines medicinales, mientras que el cuero es vendido a acopiadores.

El hábitat de este lagarto es variado y posee una gran adaptabilidad. En la Facultad los alimentan con una dieta especial y económica basada en pollo y harina de soja. Según se comenta por los pasillos de la unidad académica, algunos ejemplares se han escapado del criadero y anidaron fuera de las instalaciones. Es común encontrarse con alguno de estos lagartos en las caminerías de El Manantial.